Despertó y se vio en un cuarto totalmente oscuro y extraño, fue hacia la ventana y la imagen de una especie de brujo africano la miraba desde afuera. Ella se paralizó de miedo, a sus 8 años jamás vio algo así.
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Sintió una fuerte voz interior, y la imagen en su ventana extendió una enorme boca mostrando un abismo negro en lugar de garganta. Espantada corrió por la única puerta, y al entrar en la siguiente habitación se encontró con que ésta era un reflejo de la otra, como si hubiera atravesado un espejo.
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Allí el brujo era blanco, y sus ojos eran el enorme abismo. Se sentó en el suelo, miró su mano y puso los tres dedos centrales sobre su frente, cerró los ojos y volvió a quedarse dormida.
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Sintió una fuerte voz interior, y la imagen en su ventana extendió una enorme boca mostrando un abismo negro en lugar de garganta. Espantada corrió por la única puerta, y al entrar en la siguiente habitación se encontró con que ésta era un reflejo de la otra, como si hubiera atravesado un espejo.
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Allí el brujo era blanco, y sus ojos eran el enorme abismo. Se sentó en el suelo, miró su mano y puso los tres dedos centrales sobre su frente, cerró los ojos y volvió a quedarse dormida.
También publicado en Letras de Oro.
Imagen: El castillo de arena de George Grie, aquí.
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